Hace muy pocos días decidí quedarme a comer en una de tantas áreas recreativas del concejo de Ribadeo, la tarde entre nubes y claros, el paisaje invita a quedarse , pero al escoger mesa vi que no había nada que escoger,todas daban verdadero asco,una pena, un sitio tan bonito y en ese estado de abandono.
Opte por sacar una manta de picnic que siempre me acompaña en el maletero y buscar un poco de espacio limpio de basura y maleza y así,sentado en el suelo y mirando al horizonte di buena cuenta de los alimentos disponibles para la ocasión. Después de unos momentos de paz y relax continué mi viaje pero no sin antes volver a posar mi mirada en aquel mobiliario urbano y en lo descuidado del lugar. Una pena.
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