Sin lugar a ninguna duda Ribadeo es una inmensa caja de
sorpresas que se acciona con un resorte
logrando sorprenderte de tal manera que te deja pensando si lo que viste o oíste es real, o si se
trata de una alucinación o una posible “coña marinera”.
Si durante un paseo me cruzo con una persona vestido al estilo de Don Antonio
Raimundo Ibáñez Gastón de Isaba y Llano Valdés - Marqués de Sargadelos-sin
ser Carnaval, y me saluda levantando el brazo ,pues ya se desde luego que esta
persona tiene muy buen humor y esta gastando una coña, diga que si ,señor
Marques, viva el buen humor. A fin de cuentas cada uno se viste como le da la
gana, en principio sorprendente, pero nada criticable, la nota de humor del día.
Si el día de las
Elecciones Municipales al pasar por delante de un colegio electoral , observo a
un miembro de la mesa que de repente coge la urna y la saca para la calle, en
principio flipo y después me doy cuenta que es para resolver un problema de
movilidad, una situación atípica, pero a fin de cuentas justificada, parece ser
que nadie se dio cuenta de que las personas que se ven obligadas a utilizar silla de ruedas también tienen
derecho al voto, haber si para las próxima
alguien se acuerda y pone una rampita, o bien poner las mesas en lugares
sin problemas de accesibilidad , libres de barreras arquitectónicas.
En otras ocasiones te puedes ver sorprendido por las calles
del centro por algún grupo de muchachos y muchachas haciendo sonar los tambores y danzando al son y todo el mundo preguntando
que se celebra, la celebración es lo de menos , lo cierto es que suena bien y
ambientan la zona de vinos.
Si en el parque ves
un surtidor de agua que costo una pasta colocar, y de un día para otro lo ves reconvertido
en una sosa jardinera, seguro que no dejas de sorprenderte, bueno, así por lo
menos sirve para algo.
El otro fin de semana me vi gratamente sorprendido por una actuación musical en el
puerto deportivo, que realmente mereció la pena,, una interpretación musical
inspirada en el flujo de las mareas, bravo por los músicos y el director.
Pero también recientemente leo la noticia de que se autoriza
la transformación del antiguo Faro de Illa Pancha en un exclusivo Hotel, con
dos no menos exclusivas habitaciones, con cafetería y terraza incluida, esta si
que si, para flipar en colores, y esta si que es muy criticable. Un pequeño faro situado en una pequeña isla ,
que siempre esta cerrada, parece ser que con el fin de preservar el entorno de
agresiones, un bien publico, faro que en su día fue construido con dinero
publico, ahora va pasar a ser explotado por un particular de forma privada. Ver
para creer.
Es posible que si las
cabezas pensantes reflexionan un poco
sobre los posibles usos que se les puede dar a los edificios públicos, seguro
que hallan otras opciones de mas utilidad
social que contribuyan a generar un bien común.
Desde luego mi querido Ribadeo no dejas de sorprenderme.